Un Respiro de Aire Fresco: Reflexiones sobre Tranquil Waters
- Teresa
- 21 abr
- 2 Min. de lectura
Hace un par de semanas, hice una escapada a un retiro cerca de Nottingham llamado Tranquil Waters—un nombre que no podría ser más acertado. A tan solo 30 minutos en coche desde la ciudad, rodeado de naturaleza y gestionado por una pareja encantadora, este lugar te hacía sentir como si estuvieras en una burbuja. Rodeado de verde por todas partes y con un parque donde los ciervos paseaban libremente, era el tipo de entorno que te invita a bajar el ritmo, a respirar profundo y a simplemente estar presente.
El retiro duró solamente tres días, pero tuve la impresión de haber estado fuera durante una semana entera. Esa sensación de atemporalidad solo ocurre cuando estás realmente presente, y eso es precisamente lo que este espacio te daba. Llegué con la intención de hacer una pausa, enraizarme y reconectar—y me fui sintiéndome relajada, renovada y profundamente agradecida.
Durante esos tres días, también tuve la oportunidad de conectar con dos mujeres maravillosas que, al igual que yo, habían venido a Tranquil Waters buscando algo. Una de ellas compartió cómo tuvo que cortar lazos con su familia—una decisión dolorosa pero necesaria en su caso—y también habló de una situación complicada que vivió recientemente en su entorno laboral. Ahora se encuentra en un momento de autodescubrimiento, tratando de averiguar qué quiere hacer y cómo vivir más alineada con quien realmente es.
La otra mujer se abrió sobre una situación difícil que está viviendo con una parte de su familia. Al compartir su historia, quedó claro cuánto necesitaba este retiro—un momento para ella misma, para parar y simplemente estar en el momento presente. Todos la acompañamos, apoyamos y escuchamos con compasión. Está empezando a comprender la importancia de poner límites, pero aún está en proceso de aprender a ponerlos en práctica. Su historia me recordó lo poco que a veces se nos enseña sobre estas cosas cuando crecemos, y como, incluso de adultos, seguimos aprendiendo a respetarnos a nosotros mismos cuando nos encontramos con relaciones dificiles o complicadas que nos drenan.
Lo que más me impactó de ellas y de las conversaciones que tuvimos fue cuánto reflejaban los temas con los que trabajo en mi práctica de coaching: los límites, la identidad, el valor personal y el coraje para tomar decisiones difíciles y vivir de una forma más auténtica. Estas mujeres me recordaron por qué hago lo que hago. No siempre podemos elegir nuestras circunstancias, pero sí podemos elegir cómo respondemos, cómo sanamos y cómo seguimos adelante.
A veces, todo lo que necesitamos es un poco de espacio—una pausa, un respiro, un fin de semana en silencio—para volver a escucharnos a nosotros mismos. Y en esa quietud, podemos empezar a redescubrir quiénes somos y qué necesitamos para florecer.
Así que aquí va un pequeño recordatorio de mi paso por Tranquil Waters: está bien dar un paso atrás. Está bien priorizar tu bienestar. Nunca sabes a quién podrías encontrarte en el camino—tal vez a alguien que te ayude a ver tu propia historia con más claridad.
Hasta la próxima aventura,
Teresa

Comments